Ya es oficial la llegada del otoño. Es sorprendente la variación del clima en Madrid, pues hace tan sólo dos semanas hacía calor de sandalias y camisa manga corta, pero ahora la gente sale con chaqueta, bufanda e incluso algunos friolentos ya usan gorrito. Por mi parte, un saquito es indispensable, pero aún no llego a la chaqueta porque si no cuando entre el frío de 0º no aguantaré ni 10 minutos.
Hoy, como todos los martes y miércoles, mi recorrido de casa al trabajo lo hice en tren, después del cual debo tomar un bus (si, el camino es largo!). A pesar de tener unos 3º afuera, el tren estaba ardiendo, como siempre, pues la calefacción la ponen súper alta, al igual que el aire acondicionado en verano. Aún no me he podido acostumbrar a esos cambios de clima pues finalmente en verano tengo que tener un saco para el frío de los trenes y en invierno quedar casi sin ropa por el calor de los mismos. Eso es lo que llamo eficiencia energética (¡!)
A pesar de que cuando llegué amaba el otoño porque se ma hacía muy parecido al clima de mi natal Bogotá, me he dado cuenta que soy muy tropical y el frío me da muy duro, por lo que aunque se puede llegar a los 43º o más en Madrid, yo prefiero siempre el verano.
Dice una querida amiga que la definición del clima de Madrid es: 9 meses de invierno y 3 de infierno. No lo dudo.
Cuando llegue a España hace un año exactamente pense, que gracias a mi entrenamiento climatico en Bogotá lo que se avecinaba era "pan comido", hoy despues de sobrevivir un invierno atroz y un verano aterrador me doy cuenta que eso que dices de "ser tropical" no es un calificativo solo para los caribeños, yo con mi alma sabanera acuñada en el altiplano cundiboyacense no podria tener un cuerpo mas tropical inadaptado para estos cambios climaticos tan tenaces...
ResponderEliminarLo unico que me reconforta es saber que al fin y al cabo siempre llegara de nuevo el calor y las flores y las sandalias con minifalda.
Me causa mucha gracia tu comentario!
ResponderEliminarSomos tropicales con orgullo, alistate que pronto viene el verano de 43º...